El día anterior habremos puesto los garbanzos de remojo con agua caliente. Como ya hemos dicho en otras ocasiones, es la única legumbre que debe ponerse a remojo con agua caliente.
Se coge la carne.
Cogemos el resto de ingredientes.
Se introducen todos los ingredientes en un caldero bastante grande, ya que el caldo irá consumiendo poco a poco, pero hay que poner bastante cantidad de agua.
Dejamos que hierva, en cuyo momento introducimos los garbanzos y dejamos a fuego vivo una media hora y, a continuación, bajamos el fuego al mínimo y dejamos que siga el proceso de cocción el resto del tiempo.
Finalmente colamos el caldo y reservamos las verduras y, si te apetece las puedes triturar e incorporárselas al caldo, con lo cual queda con una textura más espesa. Yo prefiero el caldo después de colarlo.
Podemos aprovechar los garbanzos, la gallina y la carne del osobuco, tomárnoslas, si nos apetece, al día siguiente, calentitas con un chorro de aceite y vinagre que habremos batido y se los ponemos por encima.
Este caldo, aparte de para tomarlo a la medianoche de Navidad, también está muy apropiado para la noche de fín de año, para 'sentar las madres' después de haberse puesto morados de comidas y etcéteras.
Lo servimos en una taza bien calentito con unas hojas de hierbabuena.