Pelamos y cortamos las papas en rodajas. Ponemos harina en el interior de una bolsa de plástico, introducimos las papas cortadas en rodajas dentro, cerramos la bolsa y agitamos enérgicamente.
Así las pasaremos por harina de forma rápida y sencilla, y sin manchar nada.
Las pasamos por los huevos batidos.
Las ponemos a freír en aceite de oliva.
Las freímos hasta que estén ligeramente doradas y a continuación las reservamos.
En un caldero echamos la cebolla cortada en juliana y los dos dientes de ajo bien picaditos, añadiéndole un poco de sal para que pochen bien.
Cuando estén doraditas añadimos las papas, unas hebras de azafrán y sal.
Añadimos el medio vaso de vino blanco.
A continuación añadimos el caldo de pollo.
Dejamos que se cueza a fuego moderado durante 10 o 12 minutos hasta que notemos que las papas estén blandas. Finalmente espolvoreamos con perejil picado.
Están listas para comer. Nosotros hoy acompañamos las papas a la importancia con unos filetes de pollo empanado.